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LA ESPOROTRICOSIS FELINA

INTRODUCCIÓN

La esporotricosis es una enfermedad fúngica subestimada pero de gran relevancia en el ámbito veterinario y de la salud pública. Causada por diversas especies del hongo dimórfico del género Sporothrix, esta micosis afecta principalmente a animales y humanos, y su presencia se ha vuelto cada vez más notoria, especialmente en felinos.La información proporcionada sobre el caso del gato rescatado con lesiones necróticas y nodulares, y la detección de células levaduriformes compatibles con Sporothrix schenckii, subraya la importancia de un conocimiento profundo de esta patología.

EL AGENTE CAUSAL Y SU DISTRIBUCIÓN

El principal agente etiológico de la esporotricosis es Sporothrix schenckii, aunque otras especies como Sporothrix brasiliensis (particularmente virulenta en gatos y con mayor potencial zoonótico), Sporothrix globosa, Sporothrix luriei, y Sporothrix pallida también pueden ser causantes. Estos hongos se encuentran de forma ubicua en la naturaleza, habitando el suelo, la vegetación, la madera en descomposición y el musgo. La infección suele producirse por la inoculación traumática del hongo en la piel, a menudo a través de espinas, astillas o mordeduras de animales infectados.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS EN FELINOS

En los gatos, la esporotricosis se presenta de diversas formas, y es crucial para los veterinarios reconocerlas para un diagnóstico y tratamiento oportunos. El caso descrito del felino rescatado, con lesiones nodulares y áreas de necrosis con secreción serosanguinolenta, es altamente sugestivo de la enfermedad. Las formas clínicas incluyen:

  • ESPOROTRICOSIS CUTÁNEA LOCALIZADA: Esta es la presentación más común, caracterizada por la aparición de nódulos cutáneos únicos o múltiples, firmes y rojizos. Inicialmente pueden parecer pequeñas protuberancias, pero con el tiempo pueden ulcerarse, formando costras y secreción. Se localizan comúnmente en la cabeza, las extremidades y la base de la cola.
  • ESPOROTRICOSIS CUTÁNEA LINFÁTICA: Si la infección no se trata, puede progresar y afectar los vasos linfáticos adyacentes. Esto se manifiesta como una cadena de nódulos ulcerados que siguen el trayecto de los vasos linfáticos, extendiéndose desde el sitio de inoculación. Las úlceras pueden ser profundas y con secreción persistente.
  • ESPOROTRICOSIS CUTÁNEA DISEMINADA: Esta es la forma más grave y desafiante de la enfermedad. Ocurre cuando el hongo se disemina a través del torrente sanguíneo o linfático, afectando múltiples sitios cutáneos y, lo que es más preocupante, órganos internos. Las úlceras cutáneas son extensas y progresivas, y la forma extracutánea puede impactar gravemente la salud del animal, afectando:
    • Articulaciones (articular): Provocando cojera, hinchazón y dolor.
    • Huesos (ósea): Llevando a osteomielitis y destrucción ósea.
    • Pulmones (pulmonar): Causando signos respiratorios como tos y dificultad para respirar.
    • Otros órganos internos: En casos raros, puede afectar el sistema nervioso central, los ojos u otros tejidos blandos.

DIAGNÓSTICO: UN PASO CRUCIAL

El diagnóstico de la esporotricosis felina se basa en una combinación de hallazgos clínicos, citología y cultivo fúngico.

  • CITOLOGÍA DIRECTA: Como se menciona en el caso, la observación de células levaduriformes y ovales en la citología directa de las lesiones es un hallazgo clave que sugiere fuertemente la esporotricosis. En los gatos, la carga fúngica en las lesiones suele ser alta, lo que facilita su identificación citológica.
  • CULTIVO FÚNGICO: Es el método diagnóstico definitivo. Las muestras de tejido o secreción se cultivan en medios específicos para hongos, permitiendo el crecimiento e identificación de Sporothrix spp. Esto también permite la realización de pruebas de sensibilidad a los antifúngicos.
  • HISTOPATOLOGÍA: La biopsia de las lesiones y su examen histopatológico pueden revelar la presencia de formas levaduriformes del hongo y la reacción inflamatoria característica.
  • PRUEBAS MOLECULARES (PCR): Ofrecen un diagnóstico rápido y sensible, especialmente útil para diferenciar entre las especies de Sporothrix.

Es fundamental realizar un diagnóstico diferencial exhaustivo para descartar otras enfermedades que pueden presentar signos clínicos similares. Entre ellas se incluyen otras enfermedades infecciosas (fúngicas como criptococosis, histoplasmosis; o bacterianas como la nocardiosis y actinomicosis, así como abscesos de origen bacteriano) y, de manera importante, neoplasias cutáneas que pueden manifestarse con nódulos y ulceraciones.

TRATAMIENTO Y PRONÓSTICO

El tratamiento de la esporotricosis en gatos generalmente implica la administración de fármacos antifúngicos sistémicos durante un período prolongado. El itraconazol es el fármaco de elección más común y efectivo. Otros antifúngicos como el yoduro de potasio (aunque menos utilizado en felinos debido a los efectos secundarios), terbinafina o fluconazol pueden considerarse en ciertos casos o si hay resistencia.

La duración del tratamiento es crucial y debe continuarse durante varias semanas (incluso meses) después de la aparente resolución de las lesiones clínicas para prevenir recaídas. En casos de lesiones localizadas, la escisión quirúrgica puede ser considerada junto con la terapia antifúngica.

El pronóstico varía según la extensión de la enfermedad y la adherencia al tratamiento. Las formas cutáneas localizadas suelen tener un buen pronóstico con tratamiento adecuado, mientras que las formas diseminadas son más difíciles de tratar y tienen un pronóstico más reservado.

Una de las características más críticas de la esporotricosis es su naturaleza zoonótica. Los gatos infectados, especialmente aquellos con lesiones cutáneas exudativas, pueden transmitir el hongo a humanos a través de arañazos, mordeduras o contacto directo con las lesiones. En áreas endémicas, los gatos son considerados la principal fuente de infección zoonótica para los humanos.

Para los propietarios de animales y el personal veterinario, es fundamental tomar precauciones al manipular gatos sospechosos o confirmados de esporotricosis. Estas medidas incluyen el uso de guantes, lavado frecuente de manos, y la desinfección de las áreas contaminadas. La educación pública sobre la transmisión y prevención es esencial para controlar la propagación de la enfermedad.

CONCLUSIÓN

La esporotricosis felina es una enfermedad compleja que requiere un enfoque diagnóstico y terapéutico diligente. Su capacidad para afectar a los humanos la convierte en una preocupación de salud pública, lo que subraya la necesidad de una vigilancia continua y la implementación de medidas preventivas efectivas. Si su mascota presenta lesiones cutáneas sospechosas, la consulta con un médico veterinario para un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado es de vital importancia para la salud del animal y la seguridad de la familia.

Posted in: GATOS

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