INTRODUCCIÓN

La torsión del lóbulo hepático (TLH) es una condición infrecuente pero potencialmente mortal en conejos, donde un lóbulo del hígado gira sobre su propio eje, interrumpiendo su flujo sanguíneo. Esta interrupción causa congestión venosa, hipoxia y, finalmente, necrosis del tejido hepático.

¿QUÉ ES Y POR QUÉ OCURRE?

Un lóbulo hepático se tuerce, cortando el suministro de sangre arterial y el drenaje venoso. Aunque la causa exacta es a menudo desconocida, se cree que puede estar relacionada con la anatomía de los lóbulos hepáticos en conejos, especialmente el lóbulo caudado, que parece ser el más afectado debido a su movilidad. Factores como la actividad física, movimientos bruscos o incluso anomalías congénitas podrían predisponer a esta torsión.

SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO

Los signos clínicos de la TLH son inespecíficos y a menudo agudos, lo que dificulta el diagnóstico temprano y preciso. Pueden confundirse con estasis gastrointestinal, una afección mucho más común en conejos. Los síntomas incluyen:

• Letargo extremo y debilidad.
• Anorexia y estasis gastrointestinal (falta de heces).
• Dolor abdominal severo (el conejo puede rechinar los dientes o adoptar una postura encorvada).
• Colapso o shock.
• En ocasiones, puede haber mucosas pálidas o azuladas.

El diagnóstico es un desafío y requiere un examen veterinario minucioso. Las herramientas diagnósticas incluyen:

• Análisis de sangre: Revelan elevación de enzimas hepáticas (ALT, AST), bilirrubina y a veces anemia o alteraciones de coagulación.
• Ecografía abdominal: Es la herramienta más útil, mostrando un lóbulo hepático agrandado, congestionado, y a menudo con ausencia de flujo sanguíneo detectado por Doppler color.
• Radiografías: Pueden ser menos específicas, pero ayudan a descartar otras causas.
• Laparotomía exploratoria: La cirugía es a menudo necesaria para confirmar el diagnóstico y tratar la condición.

TRATAMIENTO Y PRONÓSTICO

La torsión del lóbulo hepático es una emergencia quirúrgica. El único tratamiento curativo es la extirpación del lóbulo hepático afectado (lobectomía). Antes y después de la cirugía, el conejo necesitará un intensivo tratamiento de soporte, que incluye:

• Fluidoterapia intravenosa: Para combatir el shock y la deshidratación.
• Analgésicos potentes: Para controlar el dolor severo.
• Antibióticos: Para prevenir infecciones secundarias.
• Soporte nutricional: Alimentación forzada y procinéticos para estimular la motilidad gastrointestinal.

El pronóstico es reservado pero puede ser favorable con un diagnóstico temprano y una intervención quirúrgica rápida y exitosa. La demora en el tratamiento puede llevar rápidamente a un shock irreversible y la muerte.

PREVENCIÓN

No existe una forma directa de prevenir la torsión del lóbulo hepático. Sin embargo, un manejo cuidadoso y una atención veterinaria regular pueden ayudar a identificar signos tempranos de malestar y asegurar una respuesta rápida ante cualquier emergencia.

CONCLUSIÓN

La torsión del lóbulo hepático es una condición grave que subraya la importancia de buscar atención veterinaria inmediata si un conejo muestra signos de letargo, anorexia y dolor abdominal.