Adoptar un perro de una protectora o perrera es un acto de amor y compasión que cambia la vida de un animal. Sin...
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MI PERRO ES ALÉRGICO A LA CARNE
INTRODUCCIÓN
Si has notado que tu perro se rasca constantemente, tiene problemas digestivos o infecciones de oído recurrentes, podría estar sufriendo de una alergia a la carne. A diferencia de lo que muchos piensan, las alergias alimentarias son bastante comunes en perros y la proteína animal es, de hecho, el desencadenante más frecuente.
¿POR QUÉ SUCEDE SI LOS PERROS SON CARNÍVOROS U OMNÍVOROS?
Esta es una pregunta que nos hacemos a menudo. Si bien es cierto que los perros, por su naturaleza, se han adaptado a una dieta que incluye carne, una alergia no tiene nada que ver con si el alimento es "adecuado" o no para su especie.
Una alergia alimentaria es una respuesta inmune inapropiada. El sistema inmunológico del perro identifica erróneamente una proteína, como la del pollo o la res, como una amenaza y lanza un ataque contra ella. Este proceso no es una cuestión de si el alimento es nutritivo, sino de cómo el sistema inmune particular de ese perro lo percibe. Las alergias se desarrollan tras la exposición repetida a una proteína a lo largo del tiempo, por lo que es común que un perro desarrolle una alergia a un ingrediente que ha comido durante años.
SÍNTOMAS A LOS QUE DEBES PRESTAR ATENCIÓN
Los síntomas de una alergia alimentaria son variados y a veces se confunden con otras afecciones. Sin embargo, los más comunes son:
- Problemas en la piel: Picazón severa, enrojecimiento, erupciones y pérdida de pelo. A menudo, el perro se lame y muerde las patas de forma compulsiva.
- Problemas digestivos: Diarrea crónica, vómitos, gases y dolor abdominal.
- Infecciones recurrentes: Las infecciones de oído y de la piel son un síntoma muy común de una alergia subyacente.
EL DIAGNÓSTICO: LA DIETA DE ELIMINACIÓN
No existen pruebas de sangre o de piel 100% fiables para diagnosticar una alergia alimentaria. El método más efectivo es la dieta de eliminación, que debe realizarse bajo la supervisión de un veterinario.
Este proceso consiste en alimentar a tu perro con una dieta que contenga una fuente de proteína que nunca haya probado, como pato, venado o salmón, durante 8 a 12 semanas. Si los síntomas desaparecen, se reintroducen los ingredientes antiguos uno por uno para identificar al culpable. Este método puede ser largo, pero es la única forma segura de confirmar una alergia.
MANEJO Y TRATAMIENTO
Una vez que se identifica el alérgeno, el tratamiento es simple: evitarlo por completo. Esto significa leer cuidadosamente las etiquetas de todos los alimentos, premios y suplementos. Tu veterinario puede recomendar una dieta con proteínas hidrolizadas o una dieta de ingredientes limitados para evitar futuras reacciones.
CONCLUSIÓN
Si sospechas que tu perro tiene una alergia alimentaria, lo mejor es consultar a tu veterinario. Con un diagnóstico y manejo adecuados, tu perro puede vivir una vida cómoda y feliz, libre de picazón y molestias.
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