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EL AKITA INU
INTRODUCCIÓN
El Akita inu (秋田犬 perro de Akita), también llamado akita japonés o simplemente akita (秋田), es una raza de perro originaria de Japón, donde se considera tesoro nacional.
EL ORIGEN DEL AKITA INU
El Akita Inu es una raza canina de origen japonés con una historia que se remonta a más de 3.000 años, aunque su evolución y conservación han estado marcadas por períodos de aislamiento, cambios sociales y conflictos bélicos. La existencia documentada del Akita como raza pura desde hace milenios refleja su importancia cultural y su papel en la historia de Japón, aunque gran parte de su pasado permanece envuelto en interrogantes debido al carácter aislado de su pueblo natal. A lo largo de los siglos, el Akita Inu ha recibido diversos nombres que reflejan sus funciones y roles en la sociedad japonesa tradicional. Entre estos destacan Matagi-inu, perro de caza empleado para la captura de animales como osos; Kurae-inu, perro de guerra utilizado en actividades militares o de protección; y Odate-inu, perro de providencia que servía como guardián y compañero en tareas cotidianas. Su tamaño mediano y agilidad lo hacían ideal para la caza mayor, especialmente para la captura de osos en las regiones montañosas del norte de Japón. Sin embargo, a partir del siglo XVII, específicamente desde 1603, comenzó a ser utilizado también en peleas caninas —una práctica que buscaba razas más grandes y agresivas— lo que llevó a cruces con otras razas como el Tosa Inu o el mastín inglés. Estos cruces amenazaron la pureza genética del Akita Inu original y diluyeron muchas de sus características tradicionales propias del tipo Spitz. La Segunda Guerra Mundial supuso un punto crítico para la supervivencia del Akita Inu. La política militar japonesa ordenó la captura y eliminación de perros considerados no útiles para el esfuerzo bélico, permitiendo únicamente la conservación del pastor alemán. La piel del Akita fue utilizada para confeccionar ropa militar, mientras que su carne se destinaba al consumo humano. Para proteger a la raza, algunos ejemplares fueron enviados a regiones rurales donde los agricultores los ocultaban bajo la apariencia de perros guardianes comunes o los cruzaron con otras razas como el pastor alemán para aumentar su resistencia. Este período provocó una drástica reducción en el número de ejemplares puros y generó la aparición de tres tipos diferentes dentro del grupo: Matagi Akita (los perros tradicionales utilizados para cazar), Akitas de pelea (razas cruzadas con fines agresivos) y Pastores Akitas (resultado del cruce con pastores alemanes). Tras el fin de la guerra, se inició un proceso consciente por parte de criadores japoneses para recuperar las características originales del Akita Inu. Se cruzaron ejemplares Matagi con el objetivo de restaurar la pureza genética perdida. En 1927, un destacado comandante en Odate fundó una sociedad dedicada a preservar esta raza emblemática; en 1931, el Gobierno japonés declaró al Akita Inu como monumento nacional —un reconocimiento que subrayaba su valor cultural e histórico— además de considerarlo símbolo nacional. Durante mucho tiempo, poseer un Akita fue un privilegio reservado a la nobleza y las clases altas; era considerado un símbolo de riqueza, prestigio y buena suerte. De hecho, las estatuillas del perro (conocidas como komainu) son regalos tradicionales en nacimientos o cuando alguien enfrenta enfermedades graves. Tras la Segunda Guerra Mundial, algunos ejemplares femeninos fueron enviados a Estados Unidos por soldados estadounidenses que apreciaban sus cualidades. De estos cruces surgió el Akita Americano, una variante que presenta rasgos exteriores influenciados por razas como el pastor alemán y el mastín. Debido a estas influencias extranjeras, algunos aficionados consideraron que esta versión no representaba fielmente las raíces japonesas primitivas; por ello emprendieron esfuerzos selectivos para eliminar los rasgos "extranjero" mediante cruces controlados con ejemplares tradicionales Matagi. Con estas acciones se logró restaurar gradualmente la pureza original del Akita Inu tal como se conoce hoy en día: un perro grande, fuerte, noble y con características físicas distintivas. Actualmente considerado el perro nacional de Japón —un símbolo vivo de su cultura ancestral— además de ser uno de los perros más grandes dentro del grupo japonés Nihon Ken, el Akita Inu combina fuerza con elegancia; presenta una cabeza grande con orejas erguidas, ojos almendrados expresivos y una doble capa densa que puede variar en color (desde blanco hasta rojo fuego o atigrado). Más allá de sus atributos físicos, el Akita simboliza valores como lealtad, protección y dignidad; en Japón existe una tradición muy arraigada según la cual regalar una figurilla o estatua del perro trae buena suerte o protección contra las adversidades —una costumbre que refleja su profundo significado cultural—. El recorrido histórico del Akita revela una raza cuya supervivencia ha sido marcada por períodos difíciles pero también por esfuerzos conscientes por preservarla como patrimonio cultural japonés. Desde sus orígenes como perro cazador hasta convertirse en símbolo nacional protegido por leyes estatales, esta raza representa no solo un ejemplo excepcional de adaptación sino también un legado vivo que continúa siendo admirado mundialmente. Su historia nos recuerda la importancia del cuidado responsable, la conservación genética y el respeto por las tradiciones culturales que hacen única a cada raza canina. El Akita Inu sigue siendo hoy día un ejemplo emblemático del vínculo entre Japón y sus perros históricos —una verdadera joya viviente en el mundo canino internacional.
¿CÓMO ES EL AKITA INU?
APARIENCIA GENERAL: Perro de talla grande y estructura sólida, bien equilibrado y con mucha sustancia; las características sexuales secundarias bien acentuadas, de gran nobleza y modesto señorío, de constitución fuerte.
PROPORCIONES IMPORTANTES: La relación entre la altura a la cruz y la longitud del cuerpo (medida desde la punta del hombro hasta la punta de la nalga) es de 10:11, pero el cuerpo de las hembras es ligeramente más largo que el de los machos.
CABEZA
REGIÓN CRANEAL:
CRÁNEO: El tamaño del cráneo es proporcional al cuerpo; la frente es ancha, con un surco nítido; sin arrugas.
STOP: Definida.
REGIÓN FACIAL:
TRUFA: Grande y de color negro; solamente en el caso de los ejemplares de pelo blanco se acepta una pequeña y difusa falta de pigmentación, pero el negro siempre es preferible.
HOCICO: Moderadamente largo y fuerte con una base amplia que se adelgaza hacia la punta, aunque no es puntiagudo; caña nasal recta.
MANDÍBULAS / DIENTES: Dientes fuertes con mordida en tijera.
LABIOS: Pegados.
MEJILLAS: Moderadamente desarrolladas.
OJOS: Relativamente pequeños, casi triangulares, el ángulo externo del ojo siendo ligeramente estirado hacia arriba, colocados moderadamente distantes entre sí, de color pardo oscuro, entre más oscuros mejor.
OREJAS: Relativamente pequeñas, gruesas, triangulares y ligeramente redondeadas en las puntas; moderadamente separadas entre sí, erguidas e inclinadas hacia adelante.
CUELLO: Grueso y musculoso, libre de papada, equilibrado con la cabeza.
CUERPO
ESPALDA: Recta y firme.
LOMO: Amplio y musculoso.
PECHO: Profundo con el antepecho bien desarrollado. Costillas moderadamente arqueadas.
VIENTRE: Bien recogido.
COLA: De implantación alta, gruesa y llevada vigorosamente enroscada sobre la espalda. La punta de la cola casi llega a los corvejones cuando la cuelga hacia abajo.
EXTREMIDADES
MIEMBROS ANTERIORES:
HOMBROS: Moderadamente oblicuos y desarrollados.
CODOS: Pegados al cuerpo.
ANTEBRAZOS: Rectos, de huesos pesados.
MANOS: Gruesos, redondos, arqueados y con dedos apretados.
MIEMBROS POSTERIORES: Deben ser bien desarrollados, fuertes y moderadamente angulados.
PIES: Gruesos, redondos, arqueados y con dedos apretados.
MOVIMIENTO: Movimiento flexible y poderoso.
MANTO
PELO: La capa externa debe ser de pelo liso y de textura dura, la capa interna debe ser de pelo fino y abundante; la cruz y las caderas deben estar cubiertas de pelo ligeramente más largo; el pelo de la cola es más largo que el que cubre el resto del cuerpo.
COLOR: Rojo, sésamo (pelos color rojo-leonado con puntas negras), atigrado y blanco.
Todos los colores supra citados, excepto el blanco, deben tener Urajiro.
(URAJIRO = Pelo blancuzco a los lados del hocico, en las mejillas, debajo de la mandíbula y en el cuello, en el pecho, abdomen, debajo de la cola y en la parte interna de los miembros.)
TAMAÑO:
ALTURA A LA CRUZ:
- MACHOS: 67 cm.
- HEMBRAS: 61 cm.
Se tolera una diferencia de más o menos 3 cm.
FALTAS: Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro.
- Machos femeninos/hembras masculinas.
- Prognatismo superior o inferior.
- Dentadura incompleta.
- Lengua manchada de negro o azul.
- Iris de color claro.
- Cola corta.
- Timidez.
FALTAS DESCALIFICANTES:
- Agresividad o extrema timidez.
- Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento.
- Orejas no erguidas.
- Cola colgante.
- Pelo largo (tupido).
- Máscara negra en la edad adulta.
- Manchas sobre el fondo blanco (pío)
N.B.:
- Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
- Sólo los perros funcional y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza.
LA SALUD DEL AKITA INU
Las encuestas realizadas en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá indican que la esperanza de vida del Akita Inu es de aproximadamente diez años, una cifra similar a la de otras razas de tamaño comparable. En una encuesta del 2004 del Kennel Club del Reino Unido, las causas más frecuentes de fallecimiento fueron el cáncer, que representó el 32 %, y problemas cardíacos y gastrointestinales, incluyendo hinchazón o torsión gástrica (GDV), que constituyeron el 14 %. Por otro lado, una encuesta de salud llevada a cabo entre 2000 y 2001 en Estados Unidos y Canadá reveló que las causas principales de muerte en esta raza también eran el cáncer (21 %) y la GDV (hinchazón o torsión gástrica), que también representaron un 21 %, además de problemas osteomusculares con un 15,5 % y enfermedades autoinmunes con un 7 %.
LA PERSONALIDAD DEL AKITA INU
El Akita Inu posee un carácter reservado y silencioso, permaneciendo impasible en situaciones irritantes o de poca importancia. En su relación con otros perros, puede adoptar un papel dominante, aunque generalmente no busca enfrentamientos a menos que haya sido retado previamente. Es fundamental socializarlo desde cachorro con todo tipo de perros y otros animales con los que vaya a convivir, para lograr un perro equilibrado y bien adaptado. En cuanto a sus dueños, el Akita es cariñoso, leal y protector, mostrando un carácter amistoso con las personas en general, salvo que detecte malas intenciones. Es una raza que no ladra frecuentemente; cuando lo hace, hay que prestarle atención, ya que suele hacerlo por una razón válida. Su instinto protector hacia la familia y sus pertenencias es muy marcado, lo que refuerza su papel como perro guardián. Además, puede vivir en apartamentos siempre y cuando reciba suficiente ejercicio diario para mantenerse activo y saludable.
CONCLUSIÓN
Los perros de raza Akita son animales fuertes, tanto en su constitución física como en su carácter, por lo que no se recomiendan para dueños primerizos. Es necesario contar con experiencia en manejo, adiestramiento y socialización, tanto en la etapa inicial como de forma continua.
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