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EL PERRO DE LOS FARAONES

INTRODUCCIÓN

El "perro de los faraones", también conocido como Pharaoh Hound, es una raza de perro antigua y elegante, originaria de Malta, pero con fuerte conexión al antiguo Egipto y conocido por su agilidad y velocidad. Su nombre hace referencia a su apariencia que recuerda a las representaciones de Anubis, el dios egipcio con cabeza de chacal.

EL ORIGEN DEL PERRO DE LOS FARAONES

El Perro de los Faraones, también conocido como el Podenco Maltés o el Perro Egipcio Antiguo, es una raza que posee una historia milenaria y un significado cultural profundo. Diversos estudios genéticos e históricos realizados en los últimos años han puesto en duda la creencia tradicional de que estos perros son simplemente un tipo primitivo importado hace unos 3.000 años desde Oriente Medio. En realidad, las investigaciones muestran que guardan una estrecha relación genética con otros perros de caza europeos, aunque conservan características primitivas y salvajes. Se ha determinado que aproximadamente el 50% de su ADN es europeo, mientras que la otra mitad corresponde a una herencia primitiva y pura, lo que los convierte en una de las razas más antiguas y menos modificadas por la intervención humana.

 

Este carácter primitivo hace que el Perro de los Faraones sea único en el mundo canino, ya que demuestra desde edades tempranas sus instintos naturales de cazador. Es considerado la única raza del mundo que mantiene tan claramente estos comportamientos innatos desde su juventud. La leyenda popular afirma que este perro fue altamente valorado por los faraones egipcios, quienes lo admiraban por su agilidad, inteligencia y habilidades para la caza menor y la protección. Algunos expertos sugieren que esta raza podría tener no menos de ocho mil años de antigüedad, compartiendo con los galgos un linaje muy antiguo y poco modificado por la cría selectiva moderna.

 

Se sabe además que el antepasado del Perro de los Faraones moderno procede de la isla de Malta en el Mediterráneo, donde fue llevado por los fenicios hace miles de años. Desde entonces, estos perros han sido utilizados como animales de caza, guardianes y símbolos culturales en diversas civilizaciones del Medio Oriente y el Mediterráneo. En cuanto a su reconocimiento oficial, la raza fue incluida por primera vez en registros formales en Europa en el siglo XX y posteriormente fue reconocida por la Fédération Cynologique Internationale (FCI) en 1963 bajo el grupo 5 (perros tipo spitz y razas similares), sección 3 (perros nórdicos). Sin embargo, su popularidad ha ido creciendo principalmente en países del Mediterráneo y en algunos lugares de Europa debido a su carácter leal, resistencia física y habilidades naturales.

 

Actualmente, el Perro de los Faraones goza de un renovado interés tanto entre criadores especializados como entre amantes de las razas primitivas o con instintos naturales fuertes. Es considerado un perro versátil, ideal para familias activas o personas que disfrutan del aire libre y actividades al aire libre como senderismo o caza menor. Su situación actual refleja un equilibrio entre su valor histórico y cultural y su creciente reconocimiento internacional como una raza única con raíces profundas en la historia antigua del mundo canino. Además, sigue siendo símbolo vivo del legado cultural del antiguo Egipto y del Mediterráneo, manteniendo vivo ese vínculo ancestral con sus orígenes históricos y legendarios.

¿CÓMO ES EL PERRO DE LOS FARAONES?

APARIENCIA GENERAL: De tamaño mediano, de porte noble y líneas bien definidas. Gracioso, aunque también poderoso. Muy rápido con movimientos libres y fáciles. Expresión alerta.

CABEZA: El hocico es ligeramente más largo que el cráneo. La línea superior del cráneo es paralela a la región facial; toda la cabeza representa una cuña despuntada cuando se observa de perfil y desde arriba.

REGIÓN CRANEAL:

CRÁNEO: Largo, enjuto y bien cincelado.

STOP: Leve.

REGIÓN FACIAL:

TRUFA: Solamente de color carne, parecido al color del pelaje.

MANDÍBULAS / DIENTES: Mandíbulas potentes con dientes fuertes. Mordida de tijera, es decir, que los incisivos superiores se superponen estrechamente a los incisivos inferiores y son implantados verticalmente en las mandíbulas.

OJOS: De color ámbar, armoniosamente parecido al color del pelaje; ovalados, colocados moderadamente profundos, con una expresión inteligente y aplicada.

OREJAS: De inserción medianamente alta, llevadas erectas cuando el perro está alerta, pero muy móviles; son anchas en su base, finas y largas.

CUELLO: Largo, delgado, musculoso y ligeramente arqueado. La línea de la garganta está bien enjuta.

CUERPO: La longitud del cuerpo desde la punta del hombro hasta la punta de la nalga es ligeramente mayor que la altura a la cruz. Flexible, con una línea superior casi recta.

GRUPA: Ligeramente inclinada la raíz de la cola.

PECHO: Profundo que se extiende hacia abajo hasta la punta del codo. Costillas bien arqueadas.

VIENTRE: Moderadamente retraído.

COLA: De inserción media, bastante gruesa en su base y adelgazándose hacia la punta (parecida a un látigo); en reposo alcanza justo por debajo del corvejón. Cuando el perro está activo, la lleva alta y curvada. La cola no debe ser llevada entre los miembros traseros. La cola en forma de sacacorchos es indeseable.

EXTREMIDADES

MIEMBROS ANTERIORES: Rectos y paralelos.

HOMBROS: Fuertes, largos y bien dirigidos hacia atrás.

CODO: Bien remetido. 

METACARPO: Fuerte.

MANOS: Fuertes, bien arqueados y firmes, sin desviarse hacia afuera o hacia adentro. Almohadillas duras. Los espolones pueden ser extirpados.

MIEMBROS POSTERIORES: Vistos desde atrás, los miembros posteriores son paralelos; fuertes y musculosos.

RODILLA: Angulación moderada.

PIERNA: Bien desarrollada.

PIES: Fuertes, bien arqueados y firmes, sin desviarse hacia afuera o hacia adentro. Almohadillas duras. Los espolones pueden ser extirpados.

MOVIMIENTO: Libre y fluido; la cabeza es llevada bastante alta y el movimiento amplio del perro debe cubrir bien el terreno sin esfuerzo aparente. Los miembros y los pies deben moverse en línea con el cuerpo; cualquier tendencia a volver los pies a los lados o acción en pasos altos (″hackney action ″) es muy indeseable.

MANTO

PELO: Corto y brilloso, varía desde ser fino y pegado hasta un poco áspero; no presenta plumas.

COLOR: Marrón rojizo a marrón rojizo oscuro con marcas blancas permitidas en las siguientes regiones: la punta de la cola blanca es muy deseable. Blanco en el pecho (llamado ″estrella″). Blanco en los dedos. Se permite una mancha blanca estrecha (lista) en la línea central de la cara. Moteado o color blanco en otras regiones distintas a las mencionadas son indeseables.

TAMAÑO:

  • MACHOS: 56 - 63,5 cm
  • HEMBRAS: 53 - 61 cm 

FALTAS: Cualquier desviación de los criterios antes mencionados se considera como falta y la gravedad de ésta se considera al grado de la desviación al estándar, y de sus consecuencias sobre la salud y el bienestar del perro.

FALTAS DESCALIFICANTES:

  • Agresividad o extrema timidez.
  • Cualquier perro mostrando claras señales de anormalidades físicas o de comportamiento.

N.B.:

  • Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.
  • Sólo los perros funcional y clínicamente saludables, con la conformación típica de la raza, deberán usarse para la crianza.

LA SALUD DEL PERRO DE LOS FARAONES

En general, es un perro saludable con pocos problemas hereditarios, y su esperanza de vida media oscila entre 11 y 14 años. Sin embargo, para garantizar que mantenga una buena calidad de vida durante todos esos años, es fundamental estar atento a algunas afecciones comunes y cuidar su bienestar en general.

 

Una de las principales preocupaciones en esta raza es la displasia de cadera. Se trata de una alteración en la articulación de la cadera que puede causar dolor, cojera y dificultad para moverse con normalidad. La displasia suele ser hereditaria, por lo que es importante adquirir un cachorro de un criador responsable que realice pruebas genéticas y radiografías para detectarla. Además, mantener un peso adecuado ayuda a reducir la presión sobre las articulaciones y prevenir o retrasar el desarrollo de esta enfermedad.

 

Otra afección frecuente en los Perros de los Faraones son las alergias cutáneas. Estas pueden manifestarse mediante picazón excesiva, enrojecimiento, pérdida de pelo o infecciones secundarias si no se tratan a tiempo. Las alergias pueden ser causadas por factores ambientales, alimentos o productos químicos a los que el perro esté expuesto. Es importante consultar al veterinario ante cualquier signo sospechoso para determinar la causa y seguir un tratamiento adecuado.

 

Los problemas oculares también son una preocupación en esta raza, especialmente las cataratas. La catarata consiste en una opacidad del cristalino del ojo que puede afectar la visión e incluso llevar a la ceguera si no se trata a tiempo. La detección temprana mediante revisiones regulares con el veterinario puede ayudar a gestionar mejor estas afecciones y mantener la salud visual del perro.

 

Además de vigilar estas condiciones específicas, es esencial proporcionar al Perro de los Faraones mucho ejercicio diario; entre 2 y 3 horas al día son ideales para mantenerlo activo y saludable. Esta raza tiene un carácter muy activo y necesita liberar energía para evitar problemas de comportamiento derivados del aburrimiento. El ejercicio regular también ayuda a mantener un peso corporal adecuado: cualquier podenco en buen estado debe verse musculoso pero sin exagerar. La clave está en que las dos últimas costillas sean visibles a simple vista, lo cual indica un nivel saludable de grasa corporal.

 

Por último, hay que tener especial cuidado con el peso del perro. Un exceso puede predisponerlo a problemas articulares y otros trastornos relacionados con la obesidad. Por eso, además del ejercicio constante, es recomendable controlar su alimentación y evitar darle comida en exceso o alimentos poco adecuados para su salud.

 

En resumen, el Perro de los Faraones es una raza resistente con pocos problemas hereditarios si se le cuida bien desde cachorro. Mantenerlo activo con varias horas diarias de ejercicio, vigilar su peso para que tenga una musculatura definida pero natural —con las últimas costillas visibles— y realizar revisiones periódicas para detectar posibles afecciones oculares o cutáneas son las mejores maneras de asegurarle una vida larga, feliz y saludable.

LA PERSONALIDAD DEL PERRO DE LOS FARAONES

El Perro de los Faraones es una raza conocida por su carácter amable, juguetón y vivaz. A pesar de su naturaleza enérgica, puede ser algo miedoso en ciertas situaciones, especialmente con personas o entornos desconocidos. Sin embargo, es profundamente fiel a su humano y demuestra mucho cariño y afecto hacia su familia. Gracias a su lealtad y su carácter cariñoso, es muy apreciado como animal de compañía, ya que se convierte en un compañero leal y protector. Su personalidad equilibrada y su vínculo estrecho con sus dueños hacen que sea una excelente opción para quienes buscan un perro activo, afectuoso y fiel.

CONCLUSIÓN

El perro del faraón fue venerado por los faraones de las dinastías egipcias, quienes lo trataron durante mucho tiempo como un ser divino. De hecho, muchas manifestaciones artísticas del Antiguo Egipto (pinturas, jeroglíficos, literatura, etc.) hicieron referencia a esta raza. Los datos obtenidos a partir de este legado cultural permitieron conocer que el perro del faraón fue una de las primeras razas en ser domesticadas durante los orígenes de las grandes civilizaciones. De ahí que la FCI (Federación Cinológica Internacional) lo catalogue dentro del grupo de “perros primitivos”.

Posted in: PERROS

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