INTRODUCCIÓN

La tos de la perrera, también conocida como enfermedad respiratoria infecciosa canina, anteriormente traqueobronquitis infecciosa canina, es una infección de las vías respiratorias superiores que afecta a los perros.

¿QUÉ ES LA TOS DE LA PERRERA?

La tos de las perreras es una enfermedad cuyo nombre real es traqueobronquitis infecciosa canina, y se trata de una afección vírica y bacteriana (ambas en conjunto) del sistema respiratorio superior de los caninos (concretamente la cavidad nasal, la laringe, la tráquea, las cuerdas vocales y los bronquios). Los microorganismos que frecuentemente están implicados en su aparición son la bacteria Bordetella bronchiseptica en conjunto con un virus de afección respiratoria como el de la parainfluenza o el adenovirus canino tipo 2.

SÍNTOMAS DE LA TOS DE LA PERRERA

El síntoma principal de la enfermedad es la tos: es una tos fuerte, seca y ronca (a veces se siente como si el perro tuviera algo atascado en las cuerdas vocales). Una tos fuerte también puede causar vómitos. El perro también puede presentar fatiga, falta de apetito, conjuntivitis y fiebre.

Los síntomas pueden durar bastante tiempo (alrededor de dos semanas). Y, si no se aplica ningún tratamiento pueden ocurrir sobreinfecciones y complicaciones de la neumonía bacteriana que causan fiebre alta, dificultades respiratorias, tos húmeda e incluso bronconeumonía grave.

Estos síntomas pueden ser similares a los de otras enfermedades respiratorias en perros, como por ejemplo bronquitis o neumonía. Por eso es importante consultar a un veterinario para un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado.

¿SE PUEDE PREVENIR LA TOS DE LA PERRERA?

Hay varias vacunas contra la tos de las perreras. La vacunación se realiza en 2, 3 o incluso 4 inyecciones con un intervalo de 3 a 5 semanas, dependiendo de la edad de la mascota. Aparte, es necesario un refuerzo entre los 6 y los 12 meses, y luego otro anual.

También existe una vacuna adicional que protege contra la bacteria Bordetella bronchiseptica y el virus de la Parainfluenza y se puede administrar mediante inyección, por vía intranasal o intraoral. Es muy recomendable para todos los perros, especialmente para los que se suelen juntar con otros animales a menudo.

¿PUEDE CURARSE LA TOS DE LA PERRERA?

El tratamiento para la tos de las perreras depende del agente causante y de la gravedad de la afección. Estos son los tratamientos recetados con más frecuencia:

• ANTIBIÓTICOS: si la tos es causada por una infección bacteriana, estos ayudarán a combatir la infección.

• VACUNACIÓN: la vacunación puede prevenir la enfermedad cuando el origen es un virus.

• ANTIINFLAMATORIOS Y ANALGÉSICOS: se prescribirán de forma casi sistemática con el fin de reducir la inflamación y aliviar el dolor.

• BRONCODILATADORES: en caso de tos muy fuerte, ayudan a dilatar las vías respiratorias y aliviar la tos. Se administran en forma de gotitas.

El tratamiento puede durar de diez días a cuatro semanas, y mientras tanto es importante aislar al animal.

El pronóstico y las secuelas de la tos de las perreras dependen de la causa subyacente y la gravedad de la afección. En general, es una patología curable si se trata a tiempo, y el pronóstico es bueno en estos casos.

Si la enfermedad se complica, el pronóstico es más reservado. En casos raros, la tos de las perreras puede causar daños irreversibles en los pulmones o el corazón.

CONCLUSIÓN

En conclusión, la tos de las perreras es una afección común en los perros que puede ser causada por una variedad de factores, incluidas infecciones virales o bacterianas. Es posible prevenir la tos de las perreras con un protocolo de vacunación que debe mantenerse actualizado.