INTRODUCCIÓN

Como criadores y cuidadores responsables, es fundamental comprender qué significa realmente la cría ética y por qué es tan importante para el bienestar de los perros y el futuro de las razas. Aunque muchos amantes de los animales han oído el término, no siempre conocen su alcance. La cría ética no solo se enfoca en el cuidado físico y emocional de los progenitores y sus cachorros, sino también en la preservación de las razas, el respeto por su origen y la eliminación de prácticas irresponsables que contribuyen a problemas genéticos y al abandono. Este artículo aborda los pilares de la cría ética, la relevancia de la preservación de las razas, el debate entre adoptar y comprar, y las señales de alarma para identificar a un criador poco fiable.

¿QUÉ ES LA PRESERVACIÓN DE LA RAZA Y POR QUÉ ES ESENCIAL?

La preservación de la raza es una de las bases de la cría ética. Consiste en mantener y mejorar las características originales de cada raza mediante una selección responsable, enfocada en potenciar los mejores rasgos y reducir aquellos indeseables. Gracias a ello, razas como el cocker spaniel, inicialmente criado para cazar becadas, han evolucionado hasta convertirse en excelentes perros de servicio debido a su olfato extraordinario.

Además, la preservación ética contribuye a evitar la desaparición de razas vulnerables. En Reino Unido, por ejemplo, existen 32 razas registradas en riesgo, como el working collie, el greyhound o el field spaniel. Cuando estas razas pasan desapercibidas, pueden perderse candidatos perfectos para familias cuyo estilo de vida encajaría con ellas, lo que en ocasiones conduce a adopciones inadecuadas y, finalmente, al abandono.

Por último, la cría ética ayuda a eliminar genes defectuosos, reduciendo la transmisión de enfermedades hereditarias. Esto refuerza la salud de la raza y genera confianza en los futuros dueños.

EL DEBATE ENTRE ADOPTAR O COMPRAR A UN CRIADOR

La labor de los refugios es esencial, y adoptar puede ser la mejor decisión para muchas personas. Sin embargo, no todos pueden rescatar un perro, especialmente quienes necesitan un animal con características concretas, como los perros de trabajo.

La realidad es que siempre existirá demanda de cachorros y, por tanto, la cría continuará. Por ello, es crucial distinguir entre criadores éticos y aquellos que buscan únicamente beneficios económicos. Muchos refugios, de hecho, apoyan la cría responsable, ya que un perro cuyos orígenes han sido cuidadosamente gestionados tiene menos probabilidades de acabar en un centro de acogida.

Criadores responsables y refugios comparten un objetivo: encontrar el hogar adecuado para cada perro. Si la cría ética desapareciera, también lo harían innumerables razas de trabajo y servicio esenciales en nuestra sociedad. La solución no es dejar de criar, sino mejorar las regulaciones y educar a los futuros propietarios.

SEÑALES DE ALARMA DE UN CRIADOR IRRESPONSABLE

La cría irresponsable ha provocado un incremento de enfermedades hereditarias, problemas cardíacos, respiratorios y alteraciones del desarrollo, llenando los refugios de perros enfermos o considerados “difíciles”. Para evitar contribuir a este ciclo, es fundamental identificar las siguientes señales de alerta:

• El criador no registra la camada en el Kennel Club o entidad oficial equivalente.

• Cría mestizos de diseño (mestizos de caniche o equivalentes) afirmando que son de raza

• No proporciona información sobre pruebas genéticas realizadas a los antepasados del cachorro.

• No muestra el lugar donde o como se criaron los cachorros (videos/fotografías con o sin los padres)

• No entrega al cachorro vacunado desparasitado ni microchipado

• Entrega al cachorro antes de las 10-12 semanas de vida

• No hace preguntas sobre tu hogar, estilo de vida o experiencia con perros.

• Cobra precios baratos que no corresponden a la media de ese animal (300€ por un perro que vale 1200€)

Ante estas señales, especialmente si la oferta procede de redes sociales, lo más seguro es continuar buscando.

LA RESPONSABILIDAD DE LOS CRIADORES ÉTICOS

Los criadores éticos se comprometen con algo más profundo que la reproducción de animales: trabajan por la salud, estabilidad emocional y preservación de las razas. También realizan un proceso de selección de futuros dueños para garantizar que cada cachorro crezca en un entorno adecuado. Criar no es un negocio rápido: es una responsabilidad que afecta al futuro del perro, de la familia y de la raza.

Muchos criadores, además, sienten un vínculo emocional con las líneas familiares que han construido durante años. Este compromiso personal contribuye a la continuidad de esas líneas y al mejoramiento de las razas mediante prácticas responsables.

CONCLUSIÓN

La cría ética es esencial para asegurar el bienestar de los perros y proteger el futuro de las razas. Adoptar es una opción maravillosa, pero la cría responsable también cumple un papel vital en nuestra sociedad, especialmente para preservar razas vulnerables y garantizar la existencia de perros de servicio y trabajo. La educación es la herramienta más eficaz para reducir el impacto de criadores irresponsables, evitar el sufrimiento animal y disminuir el número de perros que terminan en refugios.

En definitiva, un mundo con más criadores éticos significa más perros sanos, felices y bien acompañados, y un futuro más seguro para nuestras razas favoritas.