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¿POR QUÉ LOS PERROS SE COMPORTAN DE FORMA DIFERENTE CUANDO SU DUEÑA TIENE LA MENSTRUACIÓN?
Muchas mujeres que conviven con perros notan un cambio curioso —y a veces incómodo— durante los días de menstruación: su perro parece más pesado, ¿por qué?
PERROS
11/13/20253 min leer


INTRODUCCIÓN
Muchas mujeres que conviven con perros notan un cambio curioso —y a veces incómodo— durante los días de menstruación: su perro parece más pesado, busca más atención, las sigue constantemente, las lame con insistencia (especialmente en piernas o manos), e incluso puede intentar montarles la pierna mientras están tumbadas o descansando.
Aunque pueda parecer un comportamiento extraño o incluso “inapropiado”, tiene una explicación científica y conductual bastante clara. Entender qué percibe el perro y por qué reacciona así ayuda a manejar la situación sin frustración ni malentendidos.
EL OLFATO CANINO LO DETECTA TODO
El sentido del olfato de un perro es entre 10.000 y 100.000 veces más sensible que el del ser humano. Esto significa que puede detectar cambios sutiles en el cuerpo humano, como:
Alteraciones hormonales: durante la menstruación cambian los niveles de estrógenos y progesterona, y con ellos, el olor corporal.
Presencia de sangre menstrual: incluso con buena higiene, los perros pueden oler los compuestos orgánicos volátiles que emite la sangre.
Feromonas y señales químicas: el cuerpo emite sustancias que el perro asocia con emociones o estados físicos diferentes.
En resumen, el perro sabe que algo es distinto. No entiende qué significa la menstruación, pero percibe un olor nuevo y poderoso que despierta su curiosidad.
REACCIONES SEGÚN EL TEMPERAMENTO Y SEXO DEL PERRO
No todos los perros reaccionan igual. Su comportamiento depende del sexo, edad, nivel de socialización y carácter:
Machos sin castrar: suelen ser los más insistentes. El olor de la sangre y los cambios hormonales pueden activarles conductas asociadas al celo o a la excitación sexual, aunque la persona no sea un estímulo sexual real.
Machos castrados y hembras: pueden mostrar un aumento de atención, preocupación o afecto. Algunos perros interpretan el cambio de olor y comportamiento (dolor, cansancio, postura corporal diferente) como un signo de vulnerabilidad, y reaccionan queriendo cuidar o consolar.
Perros ansiosos o muy apegados: pueden ponerse especialmente nerviosos, seguir a la persona o llorar, como forma de búsqueda de contacto y seguridad.
EL LAMIDO, EL LLANTO Y LA “MONTA”: TRES FORMAS DE COMUNICAR ALGO
Lamido constante (piernas, manos, ropa): es una forma de explorar el olor. También puede ser un gesto de sumisión o una búsqueda de conexión.
Llantos o quejidos: suelen expresar excitación, ansiedad o necesidad de atención. El perro percibe algo nuevo pero no lo comprende, y busca interactuar.
Intentos de montar: en perros machos (y a veces hembras), la monta no siempre tiene connotación sexual. Puede ser una descarga de energía, estrés o confusión por los olores intensos.
¿CÓMO GESTIONAR ESTAS CONDUCTAS?
Mantén la higiene: usar productos con poco olor y desechar correctamente compresas o tampones reduce los estímulos olfativos.
Refuerza el autocontrol: si el perro intenta montar o lamer demasiado, redirígelo con una orden (“quieto”, “a tu sitio”) y refuerza la calma.
No castigues, redirige: no es un comportamiento “malo”, sino instintivo. Regañarlo solo generará confusión.
Ejercicio y atención: mantener rutinas estables y dar paseos largos ayuda a reducir ansiedad o sobreexcitación.
Si el comportamiento es muy insistente, consulta con un educador canino o veterinario etólogo para valorar si hay una base de ansiedad o sobreexcitación que convenga trabajar.
CONCLUSIÓN
Cuando una mujer tiene la menstruación, su perro no se comporta “raro” por capricho: responde a un torrente de olores y señales biológicas que su instinto interpreta como algo nuevo e interesante.
Algunos perros lo viven con curiosidad; otros, con excitación o ansiedad. Comprender esta reacción —más que juzgarla— permite abordarla con empatía y normalidad.
Al fin y al cabo, los perros son extremadamente sensibles a los cambios físicos y emocionales de las personas que quieren, y la menstruación no es más que uno de esos momentos en los que su olfato y su instinto les dicen: algo ha cambiado, y quiero estar cerca.
