INTRODUCCIÓN

El cepillado regular del pelo es uno de los pilares fundamentales del bienestar de perros y gatos, especialmente en animales de pelo largo, semilargo o doble capa. Aunque a menudo se percibe como un procedimiento estético o secundario, en realidad cumple un papel imprescindible en la salud cutánea, la termorregulación y la calidad de vida del animal. La falta de mantenimiento no solo favorece la formación de nudos y acumulación de pelo muerto, sino que puede desencadenar desde dermatitis severas hasta casos extremos de necrosis tisular.

CONSECUENCIAS DE NO CEPILLAR

Cuando un animal no recibe un cepillado regular, los pelos sueltos se entrelazan con facilidad, especialmente en zonas de fricción como axilas, ingles, cuello y detrás de las orejas. Este fenómeno puede parecer inofensivo en sus etapas iniciales, pero de hecho es la puerta de entrada a problemas mucho más serios.

Los nudos generan tensión constante sobre la piel y tiran del folículo piloso en cada movimiento, lo que causa dolor, inflamación y microlesiones. En animales de pelo largo, la evolución natural de este proceso deriva en nudos compactos, densos y adheridos a la piel, muy difíciles de retirar sin causar daño. Estos nudos se convierten en verdaderas estructuras rígidas que limitan la movilidad, dificultan la oxigenación de la piel e incluso pueden encerrar humedad o suciedad.

ACÚMULO DE PELO MUERTO EN RAZAS DE DOBLE CAPA: UN RIESGO SUBESTIMADO

Las razas de doble capa —como los pastores, nórdicos, spitz, retrievers y muchos gatos semilargos— experimentan mudas estacionales muy intensas. Si este manto no se retira mediante herramientas adecuadas, el subpelo se compacta formando una capa espesa que actúa como una barrera contra la circulación de aire.

El efecto de este acúmulo puede ser devastador:

• la piel pierde su capacidad de respiración fisiológica

• el animal sufre sobrecalentamiento

• aparece descamación, irritación y picor persistente

• se crean zonas propicias para bacterias y hongos

Sin cepillado profesional, el subpelo compactado puede permanecer meses adherido a la piel, deteriorando progresivamente la integridad cutánea.

DERMATITIS HÚMEDA Y SECA: UNA CONSECUENCIA DIRECTA DE LA FALTA DE MANTENIMIENTO

La piel cubierta por nudos o subpelo compactado genera un microclima perfecto para el crecimiento microbiológico. La falta de ventilación provoca humedad retenida, lo que favorece la proliferación de bacterias, hongos y levaduras. Esto suele manifestarse como dermatitis húmeda o “hot spots”: áreas supurativas, con mal olor, dolorosas y de rápida expansión.

Por el contrario, en zonas donde la piel queda excesivamente estirada a causa de los nudos, la circulación sanguínea disminuye, la piel se adelgaza, se reseca y puede degenerar en dermatitis seca, caracterizada por descamación, prurito y microfisuras.

Ambos tipos de dermatitis suelen coexistir en animales muy descuidados y requieren tratamiento veterinario inmediato.

MANTAS DE NUDOS: UN ESTADO EXTREMO DE ABANDONO HIGIÉNICO

Cuando el pelo enmarañado se expande por todo el cuerpo, se forma lo que se conoce como mantas de nudos: placas de pelo compacto que envuelven al animal como un “traje” rígido. Esta situación es extremadamente dolorosa y peligrosa. La piel, atrapada bajo estas estructuras, no puede airearse ni moverse libremente. Además:

• aparecen úlceras cutáneas

• la piel se macera continuamente

• la circulación sanguínea queda comprometida

• el animal pierde movilidad e incluso la capacidad de defecar sin dolor

La única solución profesional en estos casos suele ser un rapado completo bajo supervisión veterinaria para evitar heridas y manejar el estrés y el dolor.

NECROSIS EN ARTICULACIONES, OREJAS Y COLA: LA COMPLICACIÓN MÁS GRAVE

En los casos más severos, donde los nudos llevan meses o años sin tratarse, es común encontrar estrangulamientos de zonas anatómicas: tobillos, muñecas, orejas, base de la cola e incluso dedos. El pelo enmarañado funciona como un torniquete que ejerce compresión continua, reduciendo el flujo sanguíneo y causando inflamación crónica.

Finalmente, el tejido afectado puede morir por falta de riego sanguíneo, fenómeno conocido como necrosis. La necrosis es una urgencia veterinaria que puede requerir cirugía, amputación parcial y tratamientos largos y dolorosos.

Estos casos, tristemente, no son raros en animales que llevan meses sin ser cepillados ni llevados a la peluquería.

FRECUENCIA CORRECTA DE CEPILLADO Y MANTENIMIENTO PROFESIONAL

Los perros y gatos de pelo largo, semilargo o doble capa requieren:

• cepillado diario en casa para eliminar pelo muerto y evitar nudos

• visita a la peluquería aproximadamente una vez al mes para mantenimiento profesional, revisión de la piel y retirada del subpelo compactado

Para razas de pelo corto o animales con poca muda, la frecuencia puede ser más baja, pero nunca inexistente.

La peluquería profesional no es un lujo estético: es parte del cuidado sanitario del animal, igual que las desparasitaciones o revisiones veterinarias.

LA NEGLIGENCIA DE NO CEPILLARLES EL PELAJE

La omisión prolongada del cepillado y el mantenimiento del manto puede constituir una forma de negligencia o maltrato por omisión en muchas legislaciones, especialmente cuando se llega a estados de dolor, infecciones, movilidad reducida o necrosis.
No es simplemente una cuestión estética: es una necesidad fisiológica que afecta directamente al bienestar animal.

Cuidar el manto es cuidar la salud. Ignorar este aspecto expone al perro o gato a patologías prevenibles y a un sufrimiento innecesario.

CONCLUSIÓN

El cepillado no es un hábito opcional; es un acto de responsabilidad que garantiza la salud física y emocional del animal. La formación de nudos, el acúmulo de subpelo, la dermatitis o incluso la necrosis no ocurren de la noche a la mañana, sino que son la consecuencia de semanas o meses sin mantenimiento. Un simple cepillo diario y visitas periódicas a la peluquería pueden evitar todas estas complicaciones y asegurar que el perro o gato viva cómodo, sano y con una piel en perfecto estado.

Si amas a tu compañero, cepíllalo: su bienestar depende de ello.