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EL VEGANISMO NO ES PARA PERROS NI GATOS
El auge del veganismo ha impulsado a muchas personas a replantearse la alimentación de sus animales. Sin embargo, trasladar una dieta vegana —adecuada para humanos— a especies carnívoras o carnívoras facultativas puede generar graves riesgos para su salud.
PERROSGATOS
11/28/20253 min leer


INTRODUCCIÓN
El auge del veganismo ha impulsado a muchas personas a replantearse la alimentación de sus animales. Sin embargo, trasladar una dieta vegana —adecuada para humanos— a especies carnívoras o carnívoras facultativas puede generar graves riesgos para su salud. Este artículo explica, desde un punto de vista nutricional y veterinario, por qué los perros y gatos no deben seguir dietas veganas, salvo cuando una alergia extrema a múltiples proteínas animales haga obligatoria una formulación especial supervisada por un profesional.
El bienestar animal incluye respetar la biología de cada especie, y la nutrición es uno de los pilares fundamentales.
LOS GATOS: CARNÍVOROS ESTRICTOS Y DEPENDIENTES DE NUTRIENTES ANIMALES
Los gatos (Felis catus) son carnívoros obligatorios, lo que significa que su fisiología depende de nutrientes que solo se encuentran de forma natural en tejidos animales.
Entre ellos destacan:
Taurina: esencial para corazón, visión y sistema inmunitario.
Ácido araquidónico: grasa vital presente únicamente en tejido animal.
Vitamina A preformada: los gatos no pueden convertir carotenoides vegetales en retinol.
Vitamina B12 de origen animal: indispensable para el sistema nervioso.
Alta necesidad de proteínas de origen animal: su metabolismo usa proteína como energía primaria.
Una dieta vegana —incluso suplementada— nunca imita fielmente la biodisponibilidad de estos nutrientes. Errores pequeños en suplementación pueden provocar:
Cardiomiopatías
Ceguera
Anemia severa
Problemas hepáticos y neurológicos
Fallo orgánico
Conclusión parcial: En gatos, el veganismo no es apropiado bajo ningún punto de vista nutricional, salvo situaciones muy excepcionales y estrictamente supervisadas por veterinarios especialistas en nutrición.
LOS PERROS: CARNÍVOROS FACULTATIVOS, PERO NO HERBÍVOROS
Los perros poseen algo más de flexibilidad que los gatos, pero eso no significa que sean aptos para una dieta vegana estricta.
Su fisiología muestra:
Necesidad de altos niveles de proteínas de alta calidad, que los vegetales no aportan con el mismo perfil aminoacídico.
Peor digestibilidad de proteínas vegetales.
Requerimiento de ciertas grasas animales para un pelaje y piel saludables.
Capacidad limitada para obtener todos los aminoácidos esenciales de forma equilibrada solo con plantas.
Pueden sobrevivir con dietas veganas muy cuidadosamente formuladas, pero no es la opción óptima ni la más segura.
Muchos perros alimentados con dietas veganas acaban presentando:
Pérdida de masa muscular
Pelo quebradizo
Problemas digestivos crónicos
Deficiencias de aminoácidos como metionina o lisina
Niveles inadecuados de calcio, fósforo y otros minerales
Déficits de vitaminas liposolubles
RIESGO DE DEFICIENCIAS NUTRICIONALES INCLUSO CON ALIMENTOS VEGANOS COMERCIALES
Existen en el mercado piensos veganos para perros y, de forma mucho más limitada, para gatos. Sin embargo:
Su perfil nutricional depende 100% de suplementación artificial, susceptible a fallos de fabricación.
La biodisponibilidad no siempre está garantizada.
Los estudios clínicos sobre seguridad a largo plazo son insuficientes.
Un error en la formulación puede causar daños irreversibles en pocas semanas.
En gatos, varios casos documentados de cardiomiopatía dilatada se relacionaron con dietas veganas deficientes en taurina.
En perros, los riesgos incluyen alteraciones óseas, pérdida de masa muscular y desequilibrios metabólicos.
ÉTICA DEL BIENESTAR ANIMAL: RESPETAR LA BIOLOGÍA ES UN ACTO DE PROTECCIÓN
Obligar a un animal carnívoro o carnívoro facultativo a seguir un estilo de vida humano es contrario al bienestar animal.
El bienestar se basa en:
Proveer alimentos biológicamente apropiados
Evitar deficiencias nutricionales
Facilitar una vida saludable y libre de sufrimiento evitable
Los animales de compañía no pueden elegir su dieta. Por eso, imponérseles una dieta vegana puede interpretarse éticamente como una forma de negligencia nutricional, incluso si la intención es buena.
En muy pocos casos, un perro o gato presenta alergias a diversas proteínas animales.
Cuando se agotan todas las opciones hipoalergénicas hidrolizadas, el veterinario nutricionista puede prescribir:
Dietas veganas formuladas a medida
Suplementación farmacológica estricta
Controles periódicos de sangre, orina y estado cardíaco
Se trata de casos clínicos excepcionales, no de una elección ideológica.
CONCLUSIÓN
El veganismo no es adecuado para perros ni para gatos en condiciones normales. Su salud depende de nutrientes que, por biología y evolución, provienen del reino animal. Sustituir estos nutrientes por alternativas vegetales o sintéticas implica riesgos graves y, en la mayoría de los casos, innecesarios.
En veterinaria, la dieta debe elegirse por necesidad biológica, no por filosofía personal.
La opción ética, responsable y segura es proporcionar alimentos completos y balanceados adaptados a su especie.
Las preferencias humanas no deben comprometer la salud de los animales que dependen de nosotros.
